sábado, 9 de julio de 2016

LA PRODUCCIÓN ACUÍCOLA COMO FACTOR DE CRECIMIENTO ECONÓMICO Y SOCIAL

Eduardo Grajales 
Chiapas tiene grandes riquezas naturales de sobra esta dicho, sin embargo a nivel gubernamental ha faltado visión para detonar proyectos que potencialicen el gran caudal de recursos que hay en el estado, así como sensibilidad política para mantener los existentes.
Las autoridades locales no han comprendido que solo mediante la sana apertura del mercado con estricta vigilancia del cumplimiento de la norma y  generando las condiciones económicas, sociales y políticas es como se logrará detonar este gran potencial que aún permanece estático y a la espera de una nueva visión en el manejo de la economía local. Para muestra un botón. 
El corporativo Regal Springs es una empresa que desde 1980 se dedica a la producción de mojarra tilapia a través de sus granjas acuícolas, en Indonesia, Honduras, Brasil, y recientemente en México, mismas que los han llevado a ser líderes mundiales del ramo.
En 2006 la empresa incursiona en nuestro país para ampliar su horizonte al continente americano. Luego de hacer un análisis del territorio, ese año decide invertir en Chiapas más de 60 millones de dólares en infraestructura y tecnología de punta que hoy están dando resultados impresionantes a partir de un interesante y novedoso modelo de negocio.
Su planta Acua Granjas Dos Lagos, produce en la actualidad alrededor de 25 mil toneladas diarias de mojarra, es decir unas 3 toneladas por hora, que se exportan diariamente al mercado estadounidense y parte del mexicano a través de tiendas como Cotsco, Sams y Wall-Mart.  
La diversidad de presentaciones del pescado de Acua Granjas es reconocida a nivel mundial por sus altos estándares de calidad. Desde su cultivo hasta su cosecha se cuida el mínimo detalle: programa genético para el control de gestación y crecimiento, control de la calidad del agua, monitoreo de peso y de enfermedades propias de la especie así como la máxima atención en el traslado y sacrificio del pez, hasta su empaquetamiento. 
Para ello, los mil 700 trabajadores que integran el personal de la planta son capacitados previamente y supervisados periódicamente, es por ello que el esquema laboral en que se contratan es de envidiarse: gozan de sueldo base, prestaciones básicas, estímulos económicos por desempeño, alimentación, equipamiento y son sujetos a ser beneficiarios de programas de asistencia social como alfabetización, atención a la salud y a la familia y otros de diversión y esparcimiento. 
Sin duda, esta sinergia entre la empresa y el trabajador ha sido la fórmula que ha hecho de Acua Granja una de las más importantes del corporativo pero también de Chiapas al que ha situado en el primer lugar en la producción de ese producto, según datos del INEGI. 
Aunque el trabajo no ha sido fácil, pues la empresa hasta la fecha sigue lidiando con algunos truculentos personajes que han buscado impedir su buen desempeño mediante bloqueos e intentonas de desprestigio en los medios de comunicación, los saldos finales son de gran importancia no solo para su productividad sino para el de las comunidades aledañas. 
Bajo Amacoite, poblado del municipio de Ostuacan, donde se encuentra asentada la planta es el mejor ejemplo de lo anterior. Sus mismos habitantes lo afirman. Señalan que antes de la llegada de la planta acuícola habían apenas unos cuantos negocios en el pueblo y la economía giraba principalmente en torno a la pesca y la agricultura.
Hoy, la producción y la generación de empleos representan el 60 por ciento del producto interno bruto del municipio de todo el municipio. 
Actualmente ese flujo de capital ha permitido el crecimiento de ferreterías, tiendas de abarrotes, farmacias, salones de belleza, consultorios médicos, dentales, entre otros. Y ha permitido también mejorar las condiciones de las cooperativas pesqueras lugareñas que han incrementado su venta y producción gracias al convenio que firmaron con Acua Granjas para el repoblamiento de la zona, la donación que les hacen de peces que se encuentra por debajo de los estándares de calidad de la empresa así como los programas de financiamiento que esta les brinda para impulsar sus negocios. 
Cabe señalar que dicho convenio evita que la empresa comercialice su producto en Chiapas con la finalidad de respetar el mercado local y no afectar con ello a las cooperativas.
Con base en lo anterior podemos señalar que este modelo de negocio es el que requerimos las y los chiapanecos, donde la sana participación de empresas nacionales o transnacionales con un enfoque de participación social y cuidado ambiental permiten un desarrollo armonioso: gana la empresa generando ingresos, gana la población con la generación de empleos y gana el gobierno con el desarrollo social y económico.
En esa lógica es tiempo de que las autoridades hagan conciencia de la importancia de coadyuvar con la iniciativa privada, los tiempos actuales nos están mostrando que la ruta a seguir es la apertura del comercio local a la inversión nacional e internacionales, pero con un Estado-gobierno fuerte y que establezca muy bien las reglas del juego, y donde la tecnología y la capacitación jueguen un papel fundamental. 
Es tiempo de pensar en grande y dejar de seguirnos victimizando con el mito de que no se puede, que la corrupción o la idiosincrasia del mexicano no lo permiten ¡si se puede, claro que se puede, el ejemplo de Acua Granjas así lo demuestra!


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